Una de las consecuencias que ha traído consigo la pandemia en el sector de la alfalfa en España ha sido el encarecimiento de los costes de exportación por vía marítima y la escasez de los contenedores utilizados en este transporte. En torno al 70% de la alfalfa que se cultiva va a parar a terceros países y el barco es el medio más utilizado para llegar a destino.
La subida del precio de los cereales y de las oleaginosas ha supuesto un encarecimiento de los piensos compuestos utilizados para la alimentación animal. Aunque la producción mundial de cereales puede alcanzar un récord este año, hay previsto un incremento de la demanda del 2 %, por lo que se mantendrá la presión sobre los precios. Esto puede llegar a suponer que se incrementara la cantidad de alfalfa en las raciones de las vacas lecheras generando mayor demanda por parte de las ganaderías y que, por lo tanto, se pueda llegar a mantener en muchos casos nuestro volumen de negocio.
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Os dejamos aquí unas gráficas que muestran evolución e importancia que tiene para nuestro país la exportación de alfalfa.
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